Los impuestos estatales y municipales se han caracterizado por ser las recaudaciones con mayor tendencia al rezago y, pese a que este ingreso abona directamente a la capacidad financiera y al desarrollo de cada entidad, el impulso a cobros de contribuciones como el predial, la tenencia, agua, entre otros, nunca han sido los mejor impulsados por los gobiernos municipales y estatales.
De los 18 impuestos que los gobiernos locales están facultados para cobrar, únicamente recaudan 6 de ellos. Datos del Centro de Investigación de Política Pública del Instituto Mexicano para la competitividad (IMCO), dan cuenta que, hasta 2020, las entidades únicamente obtenían en promedio el 12 por ciento de sus ingresos.
Sin embargo, el uso creciente y acelerado de herramientas digitales por parte de los gobiernos locales y los ciudadanos, impulsado por el aislamiento social ante el Covid-19, no sólo surgió para dar continuidad a la atención ciudadana, sino también para dar atisbos de esperanza en la concreción de gobiernos digitales, una mejor relación ciudadanía-gobierno y a su vez un impacto positivo en las recaudaciones.
Como parte de estos avances, administraciones locales como la de Ciudad de México, con su plataforma “Llave”, ofrece desde mediados de 2020 la posibilidad de realizar por lo menos 17 trámites por vía digital, así como pagos de impuestos locales como predial, agua, permisos, tenencia, entre otros, que han representado una opción factible para incentivar el cumplimiento de los contribuyentes y sumar a sus metas de recaudación.
En estrategias y políticas públicas basadas en tecnologías digitales, es de considerarse casos como el gobierno de Mérida, Yucatán, que en el caso del impuesto predial por citar un ejemplo, este año ha logrado elevar la cifra a más de la mitad de operaciones mediante la vía digital (54.9% en contraste con el 49.1 de operaciones realizadas en línea en 2021), de acuerdo con cifras del mismo gobierno. Actualmente, el municipio queretano de Corregidora, por ejemplo, incentiva el pago por medios digitales ofreciendo descuentos mayores al pagar mediante estas plataformas que los que se efectúan al realizarlos en ventanillas tradicionales.
Y es que si bien es cierto que la apatía para cumplir con obligaciones fiscales, tiene que ver con diversos factores como la desconfianza en el gobierno, también influyen de manera positiva las herramientas que se ofrecen a los ciudadanos para que el pago de sus contribuciones sea sencillo. Es decir, avanzar hacia la simplificación administrativa como uno de los factores que contribuya a mejorar la recaudación.
Para que los sistemas tributarios se concreten como una figura sólida de financiamiento de las localidades, los retos son, además de mantener la recaudación que ya se ha logrado incentivar mediante nuevas herramientas tecnológicas, incluir de manera paulatina a aquellos gobiernos que no han digitalizado sus procesos y, a la par, ampliar el abanico de rubros que pueden pagarse digitalmente. Mientras esta evolución se va dando, es importante recordar las principales características de un gobierno digital para que su función sea eficiente y logre sus objetivos. Es decir, basarse en herramientas con facilidad de uso, disponibilidad y acceso universal; contar con medidas necesarias de privacidad y seguridad, que se trate de sistemas innovadores y enfocados a resultados, que sean colaborativos, óptimo en costos y beneficios, teniendo siempre como centro al ciudadano o contribuyente, en este caso.