[vc_row][vc_column][vc_column_text]Con la aparición de nuevas herramientas de comunicación en la Web y su uso cada vez más extendido, la relación entre gobierno y ciudadanos está cambiando. En los países pioneros en la implantación del Gobierno 2.0 quizá veamos cumplida la promesa de una mayor transparencia en el manejo de los recursos públicos, de hacer más competitivas a las empresas mediante una mayor y mejor entrega de información y servicios, de reducir costos en los servicios públicos y de una mayor participación ciudadana en la toma de decisiones gubernamentales.

La creación de la smart community o comunidad inteligente, que es el paso previo a la Ciudad Digital, puede ser acelerada con una adecuada estrategia conjunta de innovación, incluyente de la ciudadanía, que interactúa en redes sociales y que se caracteriza por ser informada, crítica y propositiva. Este sector, si bien puede ser alcanzado utilizando los medios tradicionales, es más fácilmente detectable en los espacios virtuales, donde además se puede observar su nivel de participación e interacción de acuerdo con la propuesta de perfil tecnográfico de Forrester  1.

Pero, ¿qué es el Gobierno 2.0?

Se trata de crear una comunidad interrelacionada, en donde se lleven a la práctica los valores reconocidos y adoptados en la Web 2.0: la transparencia, la apertura, la colaboración y la participación, lo cual inevitablemente  implica que disminuirá la importancia de los actuales intermediarios entre gobierno y ciudadanos como, por ejemplo, los medios de comunicación masiva. Al mismo tiempo, significa que si los ciudadanos pueden organizarse y depender menos de los partidos políticos, la presencia e influencia de éstos tenderá a disminuir, a la vez que los ciudadanos dispondrán ahora de más herramientas en la web para monitorear la actividad pública.

Por otra parte, para los gobiernos es una oportunidad de conocer de primera mano las necesidades ciudadanas, resolver problemas comunes, planificar su gasto con base en la información obtenida de la participación ciudadana y obtener retroalimentación, todo ello a un costo muy bajo. Además, el relacionamiento de la administración pública con los ciudadanos puede ayudar a reducir el costo de los servicios públicos.

Como asegura Peter Swire, del Center for American Progress, en el documento “Six New Media Challenges. Legal and Policy Considerations for Federal Use of Web 2.0 Technology ” 2 : «La campaña de Obama estableció un nuevo modelo para difundir información mediante nuevos medios de comunicación y tecnologías de redes sociales como YouTube, Facebook, Twitter y otros. También desató la imaginación acerca de cómo estas tecnologías Web 2.0 podrían marcar el comienzo de una nueva era en la transparencia gubernamental y la participación ciudadana».

¿Qué se requiere para implantar un gobierno 2.0?

El acceso masivo a internet es un primer paso; por eso, medidas como la del gobierno de Finlandia, que estableció como derecho constitucional el acceso a internet , tienen mucho sentido, aunque México no cuente con un nivel de desarrollo humano semejante.

Además, la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones  3 asegura que «un acceso asequible, rápido y fácil a internet puede ayudar a generar sociedades más igualitarias. Puede servir para fortalecer los servicios de educación y salud, el desarrollo económico local, la participación pública, el acceso a la información, la buena gobernanza y la erradicación de la pobreza. Pero no habría que dar por sentado que la innovación tecnológica genera un beneficio automático. Las organizaciones de la sociedad civil (OSC), los gobiernos y los entes reguladores deberían ser conscientes del potencial de internet para reforzar las desigualdades existentes».

Es fundamental, por otro lado, que la administración pública amplíe sus horizontes de comunicación, es decir, que deje atrás el conocido modelo de dirigirse a los ciudadanos sólo a través de los medios de comunicación masiva y dialogue con ellos utilizando también los nuevos medios sociales. Debe entonces adoptar un esquema horizontal: personal, breve, heterogéneo y multidireccional, todo lo cual no es fácil, pero sí muy necesario para implementar un Gobierno 2.0. Sin embargo, la cultura política mexicana actual carece de la madurez suficiente para cumplir este objetivo.

En México hay avances en la visión que se tiene de los nuevos medios sociales, como el de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Senadores, que ha reconocido las virtudes de las redes sociales . Incluso fue sensible al movimiento ciudadano originado en Twitter llamado #InternetNecesario y más recientemente ha convocado a foros de discusión sobre el tema.

Tal vez, un primer indicador del futuro de la relación gobierno-redes sociales sea el uso que los partidos políticos hagan de estos nuevos medios. Hay que tomar en cuenta que, además del contacto uno a uno y de la retroalimentación que esto genere, los compromisos de los candidatos quedarán grabados permanentemente, lo cual podría servir como un recordatorio obligado para los futuros funcionarios. No obstante, hoy por hoy, ni el gobierno ni los partidos políticos cuentan con los conocimientos “sociales” de la Web para poder navegar eficientemente por esos nuevos medios.

La gran promesa de un Gobierno 2.0 alimentado por las redes sociales puede verse resumida en un texto escrito por el antropólogo canadiense Pierre Lévy en su obra “Antropología del ciberespacio ” 4 : «En realidad, los ganadores de hoy son los que mejor logran movilizar y coordinar los conocimientos, las inteligencias, las imaginaciones y las voluntades. En la medida que circula de mejor manera la información, se evalúan más rápidamente las decisiones; se desarrollan mejor las capacidades de iniciativa, innovación y reorganización acelerada y logran ser más competitivas las empresas, los ejércitos, las regiones, los países y las zonas geopolíticas».

1.- Forrester’s New Social Technographics Report en http://forrester.typepad.com/groundswell/2007/04/forresters_new_.html
2.- Six New Media Challenges. Legal and Policy Considerations for Federal Use of Web 2.0 Technology . Peter Swire, Center for American Progress. Mayo 2009.
3.-  Asociación para el Progreso de las Comunicaciones 
4.- Antropología del ciberespacio. Pierre Lévy, 2009


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